Segundo encuentro del año del Ciclo «Cuestiones Cruciales del Psicoanálisis» convocado por la Comisión de Enlace de Buenos Aires (CEBA) de Convergencia, Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano que se realizará en el Auditorio Borges de la Biblioteca Nacional el 27 de agosto de 13.30 a 18.30 hs.

PROGRAMA
Palabras de Apertura Adriana Hercman (Escuela Freudiana de la Argentina), Analía Cieri (Triempo, Institución Psicoanalítica)

Conversación “LOS NOMBRES DEL PADRE. IDENTIFICACIÓN Y MASA”: Marta Mor Roig (Círculo Psicoanalítico Freudiano), Daniel Paola (Escuela Freudiana de Buenos Aires), Anabel Salafia (Escuela Freudiana de la Argentina), Manuel Rubio (Mayéutica-Institución Psicoanalítica), Cecilia Domijan (Trilce/Buenos Aires). Coordinan: Adriana Hercman (Escuela Freudiana de la Argentina), Analía Cieri (Triempo, Institución Psicoanalítica).

Intervalo

Foro Coordinan: Jorge Risso (Círculo Psicoanalítico Freudiano), Diego Lozano (Trilce/Buenos Aires)

Palabras de Cierre María Eugenia Vila (Escuela Freudiana de Bs. As.) y Silvina Hernández (Mayéutica-Institución Psicoanalítica)

Participación especial de la bailarina Quio Binetti.

Creo que en nuestra época, la traza, la cicatriz de la evaporación del padre, es lo que podemos poner bajo la rúbrica y el título general de la segregación»
Jacques Lacan, 12/10/68. Intervención en el Congreso de Strasbourg

Proponemos en estas Cuestiones Cruciales una conversación que abre a nuevas posibilidades de encuentro, de invención en lo concerniente a nuestra praxis psicoanalítica.
Como nos enseña el psicoanálisis, ello ocurre por la función de la palabra en el campo del lenguaje. Es decir que «Por el simple efecto del discurso se precipita el lazo social» (Lacan. El envés del psicoanálisis)
El psicoanálisis, una vez más –¿cómo siempre?– parece ir a contrapelo de la tendencia vigente, en tanto casi-todo, en el marco de la modernidad avanzada, propende al rechazo de lo inconsciente; sin embargo la división, la hendidura, la fisura (lézarde) del sujeto da cuenta de un carácter estructural y no coyuntural.
Freud analiza el lugar de los ideales en la cultura, la satisfacción narcisista que esto conlleva tanto para quienes ostentan el poder como para los oprimidos y el derecho, en la comparación de las diferencias, a despreciar al extranjero que se vuelve fuente de discordia o enemigo.
Lacan da un paso más, después de subrayar los efectos en la cultura de una «declinación de la imago paterna» en un texto inaugural de su teoría (1945. La familia), posteriormente define a nuestra época con la traza de la evaporación del padre como rúbrica de la segregación.
¿Cómo pensar hoy los fenómenos de masa, las identificaciones y el lazo social posible? Sosteniendo el prescindir del Nombre-del-Padre –introductor de legítimas diferencias– a condición de servirse de él, cada vez.